sábado, 10 de enero de 2015

Un retorno reencarnado

Dos años y un poco más han pasado después de la última navidad que escribí en mi pobrecito blog. Sé que me comprenden, pues muchas veces queremos abarcar más de lo que humanamente podemos, hasta que nos damos cuenta que o ponemos en pausa algunas cosas o no podremos cumplir las metas. Eso fue lo que me pasó. Trataré de corazón volver a ganarme la confianza de quienes no me han desechado de sus listas y retomar su interés en leer y ver mis cositas.
Tengo que reconocer que el llamado de atención y las ganas de volver a escribir y mostrar, se lo debo a una nueva amiga que tengo en el foro Bordar a Punto de Cruz, Gaby Azcurra. Ella me ha preguntado por mi Blog y ¡KLIN! caí en cuenta de que mi abandono. Gracias eternas Gaby.

Luego de este preámbulo explicativo voy a hablarles de un proyecto ya finalizado (bueno,casi, me faltó un detallito, va verán cual), que es mi mayor orgullo como bordadora. Se trata de mi Reencarnada (rarito el nombre, la explicación pueden verla haciendo clic aquí) conocida comercialmente como Romantic Stitcher de la casa Passione Ricamo. El gráfico (originalísimo, un verdadero tesoro), las pepitas y la espectacular tela, son regalo de uno de los seres que más quiero en este mundo mundial: Mi Demo. Ella como siempre provocadora y consentidora, me hizo este milagro y desde agosto de 2011, conocí el placer de bordarse a una misma.
La Demo, fiel a su naturaleza asociada al látigo ,me puso como condición que debía comenzar por el centro (cosa que jamás había hecho, suelo hacerlo por la esquina que me parezca más cómoda en el momento). Así lo hice. En marzo y julio del 2012, hice reportes de mis avances, los cuales fueron lentos, porque quise hacer este trabajo concienzudamente, además es laborioso y la hermosura de tela al ser teñida a mano, tiene la trama bien tupida, cerradita y por ello me cansaba más rápido de lo normal. Eso sí es una tela deliciosa y he de confesar que la extraño, cada puntada quedaba superultrahermosa.

Fui entonces bordando poco a poco hasta que en agosto de 2013, terminé el px de toda la falda.

Bellísima, con zonas con muchísimos cambios de color (como la cola donde está la aplicación de flores) y otras con el miiiiismooo color por hooooras. Me equivoque varias veces, con mi consiguiente periodo de enfurecimiento y abandono, pues detesto deshacer. Es más les cuento que una vez deshice una parte que estaba buena grrrr, hasta lloré. Como todo lo que nos cuesta, estos detalles me han hecho adorar este bordado, pues sí es esforzado, pero el resultado es sencillamente sublime. 
Una vez que terminé la falda, me dediqué al costurero y la mesa que tiene a un costado. 


Las sombras de la caja y de las telas, que dan ese efecto 3D fueron un sueño. Ver como puntada a puntada, salía como por arte de magia este, el costurero de mi otra vida. 
Entonces para agosto del 2013 iba así. 

Como se aprecia en el redondo marcado que dejó el bastidor, saqué la tela del superbastidor de madera grande, con pedestal incluido donde lo comencé. No llegué a acostumbrarme a él, creo que el espacio donde bordo (mi trono) no es el más apropiado para su uso, así que el pobrecito está arriconado, esperando a ver qué decido hacer con él. Sigamos...para octubre del 2013, avancé en mi cabeza y parte del torso. 

El cabellito se las trae, tiene varios tonos de grises, es ondulado ( ohh, como ondulan las X) y hay que dejar un montón de espacios para las pepitas. 

En enero de 2014 terminé todo el punto de cruz. Aunque faltaba un buen trecho, ya se le veía "el queso a la tostada" y me quedaba como boba por lo menos media hora viéndolo y pensando "Diosss, esto lo hice yo". 

Ahhh pero resulta que nooooo, no estaba listo el px, me faltaba el marco que en el gráfico original era de color plata, pero como mi tela es veteada en gris, se iba a perder. Entonces apelé a unos hilos Kreinik que compré hace tieeeempo y que estaban reservados para algo especial. 

Me gustaban las dos opciones que muestro en la foto, así que le consulté con mi gurusa personal (alías Aury, mi Demo) y  sin pensarlo mucho me dio que usara el rosa y así lo hice. 
A finales de enero de año pasado, hice el delineado de mi carita, de la flor del cabello y los hilos plateados del tocado.


Después de delinear todo lo demás, comencé a poner las chorromil pepitas. La última la cosí en  Marzo de 2014, fecha dizque oficial de concluido el proyecto. Y así quedé:

Subí un poquito el contraste, para que se aprecie un poco más lo que se pierde en la foto: los brillos que le dan las pepitas y los hilos metalizados. Ufff que linda, así entera, en todo mi esplendor y la hice yo solita. Ahora vamos al detalle. 
Aquí les muestro lo que sería mi foto tipo carnet. 

La cara, delicada, con esa expresión de dignidad que me encanta, mirando al futuro (seguro soñando despierta en todos los UFO´s pendientes y todos los WIP´s que le rondan en la cabeza), las cejas perfectas, el cabello rizado con su adorno floral y sus zarcillos. Le cambié el color de los ojos, los míos son así marronosos. 

Su obra, su bordado de rosa, con su anillo, su pulsera y... el detallito que falta... ¿ya lo vieron?, o mejor dicho ¿notaron que falta?...



¡¡¡Síiíííííí... no le he puesto la aguja!!! Jajajaa, no puedo conmigo.
Lo que sigue es mi super costurero, se puede ver en el extremo un pedazo del marco rosado metalizado.
Este fue el trozo para mí más difícil, lo rehice como 3 veces. Tiene muchos cambios de color, hilos metalizados, y pepitas por doquier.
El ruedo de la falda es una de las zonas más hermosas de este diseño, el pepero loco es un trabajazo, pero totalmente justificado, rendidor y hermoso. Abajito se ve otro detalle del marco rosado.
Por último el otro extremo de la falda, con su borde rosado. Me encantaron, me lo copié para hacerlo en cualquier diseño que necesite un bordecito lindo.
Guaooo como he disfrutado preparando las fotos y escribiendo esta entrada, que nostalgia por mi Reencardana he sentido. Fue un enorme placer bordarla, cada dedo agujereado y cada lágrima y las cientoquinientos pepitas valieron la pena por completo. Gracias Demo, por todo lo que me permitiste sentir al bordarme, por esto y  por muchas cosas más, te quiero hasta el infinito y más allá.